Información adicional
| Peso | N/D |
|---|---|
| Dimensiones | N/D |
| Formatos | Digital, Papel |
Así habló Zaratustra
298 páginas
«Cuando Zaratustra hubo dicho estas palabras contempló de nuevo el pueblo y calló: “Ahí están”, dijo a su corazón, “y se ríen: no me entienden, no soy yo la boca para estos oídos. ¿Habrá que romperles antes los oídos, para que aprendan a oír con los ojos? ¿Habrá que atronar igual que timbales y que predicadores de penitencia? ¿O acaso creen tan sólo al que balbucea? Tienen algo de lo que están orgullosos. ¿Cómo llaman a eso que los llena de orgullo? Cultural lo llaman, es lo que los distingue de los cabreros. Por esto no les gusta oír, referida a ellos, la palabra desprecio. Voy a hablar, pues, a su orgullo. Voy a hablarles de lo más despreciable: el último hombre”. Y Zaratustra habló así al pueblo: “Es tiempo de que el hombre fije su propia meta. Es tiempo de que el hombre plante la semilla de su más alta esperanza”».
Le recomendamos …
Diálogo y oralidad en la narrativa hispánica moderna
40 años de historia de las Empresas de Participación
Cuba Cronología. Cinco siglos de historia, política y cultura
Cartas de Severo Sarduy
Cartas a Eloísa y otra correspondencia
Desde el fracaso: narrativas del Caribe insular hispano en el siglo XXI
Claves del pensamiento martiano
Chakras. Historia de la Cuba dispersa
Cartas de Carpentier
Ecoliberalismo. ¡Hay alternativas al capitalismo!
Cuentos, ensayos, teatro y testimonios selectos
Círculo de esta luz. Crítica y poética
Catacrack. Pensar después del 15 de mayo
Cuba, poesía, arte y sociedad
Alejo Carpentier: Un siglo entre luces
Calipso eclipsada. El teatro de Cervantes
Bécquer en Martí y en otros poetas hispanoamericanos finiseculares
Amado Nervo y las lectoras del Modernismo
Cuba, tres exilios. Memorias indóciles
298 páginas
«Cuando Zaratustra hubo dicho estas palabras contempló de nuevo el pueblo y calló: “Ahí están”, dijo a su corazón, “y se ríen: no me entienden, no soy yo la boca para estos oídos. ¿Habrá que romperles antes los oídos, para que aprendan a oír con los ojos? ¿Habrá que atronar igual que timbales y que predicadores de penitencia? ¿O acaso creen tan sólo al que balbucea? Tienen algo de lo que están orgullosos. ¿Cómo llaman a eso que los llena de orgullo? Cultural lo llaman, es lo que los distingue de los cabreros. Por esto no les gusta oír, referida a ellos, la palabra desprecio. Voy a hablar, pues, a su orgullo. Voy a hablarles de lo más despreciable: el último hombre”. Y Zaratustra habló así al pueblo: “Es tiempo de que el hombre fije su propia meta. Es tiempo de que el hombre plante la semilla de su más alta esperanza”».
Así habló Zaratustra
| Peso | N/D |
|---|---|
| Dimensiones | N/D |
| Formatos | Digital, Papel |
Le recomendamos …
Cuba, poesía, arte y sociedad
Cuba Cronología. Cinco siglos de historia, política y cultura
Calipso eclipsada. El teatro de Cervantes
Caballero Bonald y Quiñones: viaje literario por Andalucía
40 años de historia de las Empresas de Participación
Camino de perfección
Bécquer en Martí y en otros poetas hispanoamericanos finiseculares
Actualidad y vigencia del Barroco
Boom y postboom. Desde el nuevo siglo: impacto y recepción








