Carlos Adolfo Rodríguez Escobar, nació en Medellín, Colombia, el 13 de Abril de 1962, se destacan entre otras de sus obras publicadas o inéditas destruidas: Herederos de tugurios dorados, El paraíso de los desterrados, El mundo que tanto amó El Quijote, Sangre de cucaracha, Viví por accidente, Psicólogo del diablo, No soy una máquina de escribir, El inquisidor de Harvard, Desterrado de los Infiernos, Ministros del más allá, ¡Señor, porque no nos permitiste escuchar el mitómano!, Amanecer de un inmigrante clandestino, Auto-terapia de la psicosis prenatal, Las ruinas de la psicología azteca, Resocialización de condenados por el Poder, Genocidio interculturalincluida un clásico de la psicología blanda: Mi ex-marido cambió mi vida. Yumita como le decían con cariño sus amigos de infancia, fue condenado por su pueblo a cadena perpetua y, enviado a un asilo para refugiados políticos en Walzenkleiner, corregimiento de Alppenffel, Alpes Neutrales. Pocos años más tarde murió desterrado en vida. Sólo la recuperación de sus manuscritos lograría resucitar las ideas capaces de poner en jaque a todos los gobernantes del mundo. Su obra y lucha es relatada en la novela Herederos de tugurios dorados, una analogía con el pueblo troyano, que sutilmente se convierte en una antítesis contra las costumbres austeras del pueblo espartano y, todos aquellos que heredaron su comportamiento, para final e irónicamente gracias a un híbrido, plasmar la síntesis de una sociedad perfecta, por la que nadie daba un peso.