Y a pesar de todo se hizo… Me refiero a que ayer fue el lanzamiento de mi libro «Breve diccionario del humor», publicado por la Editorial española Verbum, en la blindada «Librería del GAM», a sólo pocos metros de la zona 0, el punto más complicado de la ciudad en estos momentos revueltos.

No invité a nadie a que lo presentará para no obligarlo a asistir. No creí que fueran más de 12 ó 15 personas las que irían. Muchos me

llamaron o escribieron excusándose por miedo. ¿Por qué hacerlo entonces? Porque los dueños de «Simplemente Editores» y de la Librería del GAM, la Sra. Mónica Tejos y el Sr. Juan Carlos Reyes, junto a su socia y dueña de la Editorial «Liberalia», la Srs. Berta Concha, y la Editorial Verbum, hicieron tremendo esfuerzo por traer mis libros y esta actividad es un extra que abrieron en su compacta age

nda. Además, el próximo mes viajamos fuera de Chile por un buen tiempo, así que había que hacer el lanzamiento ya. Y nos lanzamos. A Mónica, Berta y Juan Carlos les agradezco infinitamente por lo que hicieron. Sé que fue sólo por el cariño que me tienen.

Pero a pesar de la locura, se hizo y quedó todo estupendo. Poco a poco fue llegando gente y cuando estaban casi todas las sillas ocupadas, comenzamos. Me presentó la querida Mónica y después hablé yo, tratando de no aburrir a los presentes. A final, ya había gente de pie, para sorpresa nuestra.

Agradecimiento especial también para mis amigos y humoristas que asistieron. Los cubanos Aramís Quintero, Ramón Carrillo, Manuel Marín; y los chilenos El Pampero, Jorge Montealegre, Hernán Venegas y el gran Hervi.

Y ustedes les informo que todos mis libros de humor para adultos (y algunos para niños) ya están en «La Librería del GAM», Alameda 227, o en su página web libreriadelgam.cl

Y, como he dicho varias veces, el «Breve diccionario del humor» está en la página del la Editorial Verbum (editorialverbum.com).

Resumen, uno de mis más importantes libros (el que más esfuerzo, tiempo y dedicación me ha llevado), ya fue felizmente lanzado en Chile. Pronto será en Madrid.

¿Qué más puedo pedir?