Leopold Von Sacher-Masoch nació en el seno de una familia aristocrática en 1836 en Lemberg, en la provincia de Galitzia, dentro de las fronteras del Imperio austrohúngaro. Su padre era jefe de policía, un alto cargo en la administración del Imperio. Entre sus ascendientes se encuentran españoles.[cita requerida] Estudió Derecho, Historia y Matemáticas en la ciudad austríaca de Graz. Tras doctorarse trabajó como profesor de Historia en su ciudad natal, para, posteriormente, dedicarse al periodismo y la literatura. Sus contemporáneos valoraron en él de forma especial sus excelentes ensayos sobre minorías étnicas austro-húngaras y su Galitzia natal. Es de destacar su simpatía por los judíos, lo que le valdría el agradecimiento de esta comunidad. Gozó del reconocimiento de contemporáneos de la talla de Émile Zola, Henrik Ibsen y Victor Hugo. Una gran parte de la obra de Sacher-Masoch está constituida por cuentos nacionales y novelas históricas agrupadas en ciclos. Sus historias tienen generalmente por heroína una mujer dominante o sádica, como en Agua de juventud que retrata la sangrienta historia de la condesa Erzsébet Báthory. Dos de sus novelas, La pescadora de almas y La madre de Dios, tratan de sectas místicas, mientras que La mujer divorciada, que en su momento fue un gran éxito, se inspira en la infeliz relación que mantuvo con madame Kottowittz. Su serie de novelas El legado de Caín estaba dedicada en un principio a tratar todos los grandes temas de la vida contemporánea: el amor, la propiedad, el Estado, la guerra, el trabajo y la muerte. Sacher-Masoch sólo pudo completar las series sobre el amor y la propiedad; del resto no quedan más que esbozos. La Venus de las pieles (1870) era la quinta de una serie de obras sobre el amor y se convirtió al mismo tiempo en un escándalo y en un éxito en Francia por sus descripciones del tipo de apetencias y deseos que han inmortalizado el apellido de este autor: hacerse atar, azotar y humillar por una mujer corpulenta vestida con pieles, firmar un contrato como esclavo e incluso la incorporación de un tercer amante. En sus novelas retrató a seres que gustaban de este tipo de prácticas sexuales. Sacher-Masoch era seguidor y partícipe, siendo de su agrado tanto el papel de víctima como dejarse cazar, típico de este comportamiento. Murió en 1895 de un ataque al corazón en la ciudad de Lindheim, en Hessen, y sus últimas palabras fueron «aimez moi».

Últimos libros visitados