José de Espronceda (Almendralejo, 1808 - Madrid, 1842) destaca como uno de los autores más relevantes del Romanticismo español. Como poeta es autor de dos importantes poemas narrativos, el que se ofrece en este volumen, El estudiante de Salamanca (1840), y El Diablo mundo (1841), en el que nos presenta, con evidente intención simbólica, a un personaje llamado Adán, enfrentado, desde su desnudez e inocencia, a un mundo corrupto ante el que no podrá sino sucumbir. Es en este poema donde aparece, interrumpiendo el orden de la narración, el Canto a Teresa, una de las más conocidas elegías de la poesía española, escrita con motivo de la muerte de quien fue su amante, Teresa Mancha. Es también destacable, en su vertiente lírica, la escritura de un poema que, iniciado en los años veinte y nunca concluido, Pelayo, participa tanto de los tonos neoclásicos de los inicios de su producción como de un incipiente romanticismo. En esta última dirección deben destacarse, por su radicalidad ideológica y su novedad formal, unos poemas de claro contenido social escritos en la década de los treinta: El canto del pirata, El verdugo, El reo de muerte, El mendigo, A Jarifa en una orgía. Al lado de su labor como poeta, encontramos también la de dramaturgo (la comedia Ni el tío ni el mendigo, 1834, y el drama Blanca de Borbón, 1836) y novelista (Sancho Saldaña o el castellano de Cuéllar, 1834).