Información adicional
Peso | 196 g |
---|---|
Dimensiones | 140 × 195 mm |
Formatos | Digital, Papel |
El cuarto número 13
200 páginas
Las novelas policiales de Edgar Wallace se diferencian de la corriente de la «novela problema» o «novela enigma», donde se supone que el lector dispone de todos los indicios necesarios para resolver por sí mismo el misterio, rivalizando así con el protagonista de la narración, generalmente un detective aficionado. No obstante, Wallace sí brinda frecuentemente al lector la posibilidad de ejercer sus propias dotes de detección. En sus novelas prepondera la acción sobre el análisis. Esto se debe a que, como cultivador del thriller (narración inquietante), Wallace da preferencia a la tensión dramática y a la unidad narrativa sobre la lenta exposición de indicios característica de la «novela enigma». Esta estructura externa ha llamado a menudo a engaño a los críticos, que han creído ver en él más un autor de novelas de aventuras criminales que un cultivador de novelas detectivescas. En Wallace, los elementos del enigma están diluidos en la acción. Son sucesos aparentemente incongruentes, y es precisamente esta incongruencia la que actúa como acicate de la curiosidad del lector. Solo al final encajan las piezas del rompecabezas, y una nueva lectura de la narración pone de relieve que los indicios ya habían sido expuestos, y de manera tan evidente que resulta admirable cómo el lector no había caído en la cuenta de su significado.
Le recomendamos …

Adiós, primos

El opositor y la fe de Solón

Cuentos, ensayos, teatro y testimonios selectos

Demonios en el armario

El conde de Montecristo

El inmortal

Cartografía corporal

Don Felipe, el Prudente

Cuéntame un gol. Cuentos de fútbol

Cuando mueren los delfines

Artapatis, el persa

Adagio con fugas y ciertos afectos

Callejones de Arbat

Annika desnuda

Animal humano

Basado en hechos surrealistas. El mundo de Custodio. Libro II

El oscuro oleaje de los días

Clamor de las altas tierras

De conventos, cárceles y castillos

El abra del Yumurí
200 páginas
Las novelas policiales de Edgar Wallace se diferencian de la corriente de la «novela problema» o «novela enigma», donde se supone que el lector dispone de todos los indicios necesarios para resolver por sí mismo el misterio, rivalizando así con el protagonista de la narración, generalmente un detective aficionado. No obstante, Wallace sí brinda frecuentemente al lector la posibilidad de ejercer sus propias dotes de detección. En sus novelas prepondera la acción sobre el análisis. Esto se debe a que, como cultivador del thriller (narración inquietante), Wallace da preferencia a la tensión dramática y a la unidad narrativa sobre la lenta exposición de indicios característica de la «novela enigma». Esta estructura externa ha llamado a menudo a engaño a los críticos, que han creído ver en él más un autor de novelas de aventuras criminales que un cultivador de novelas detectivescas. En Wallace, los elementos del enigma están diluidos en la acción. Son sucesos aparentemente incongruentes, y es precisamente esta incongruencia la que actúa como acicate de la curiosidad del lector. Solo al final encajan las piezas del rompecabezas, y una nueva lectura de la narración pone de relieve que los indicios ya habían sido expuestos, y de manera tan evidente que resulta admirable cómo el lector no había caído en la cuenta de su significado.
El cuarto número 13
Peso | 196 g |
---|---|
Dimensiones | 140 × 195 mm |
Formatos | Digital, Papel |
Le recomendamos …

Demonios en el armario

Adiós, primos

Cuentos de nunca acabar. Mis mejores cuentos

Basado en hechos surrealistas. El mundo de Custodio. Libro II

A corazón abierto. Cuentos de amor

Cuéntame un gol. Cuentos de fútbol

Cocina cómica

Dime quién fui

Cumbres borrascosas
