La mirada de Park Je-chun se mueve entre lo insignificante y lo sustancial, entre lo cotidiano y lo trascendente, dotando lo que toca de visiones y sensaciones insólitas. Su afición al poema en prosa, concebido a la manera del koan o diálogos imposibles del budismo Zen, son propuestas para trascender los limitados senderos de la razón.

Últimos libros visitados