Leonardo nace el 15 de abril de 1452 en Vinci, pueblito toscano equidistante entre Pisa y Florencia, donde a partir de los dieciséis inicia un período de intensa formación y experimentación que lo llevarían a convertirse en el inquietante y elocuente genio renacentista de fama universal creciente que conocemos: inventor, matemático, científico, ingeniero y sobre todo artista. Bajo el mecenazgo de su coetáneo Lorenzo de Medici pintó sus primeros lienzos en que mostraba la maestría de lo que el experto en su obra, Carlo Peretti, ha llamado “pintura parlante”, de tal animación gestual, que logra la intensidad icónica de un film silente, y cuyo ejemplo máximo es “La última cena”, pintada al fresco en el convento de Santa Maria delle Grazie de Milán, donde por quince años vivió luego en el castillo de Ludovico Sforza. Leonardo entendió el arte como conocimiento creativo, y por tanto como ciencia y filosofía. Murió en Amboise el 2 de mayo de 1519.
