Desde que tengo uso de razón siempre que me invadía un problema me refugiaba en la literatura. Ha supuesto un bálsamo cada página que he ido leyendo. Ahora, que soy administradora de un blog de literatura además puedo manifestar mi opinión sobre las novelas que voy leyendo y también forma parte de esta terapia literaria. Creo que no dejaré de leer libros durante el resto de mi vida. ¡Son extraordinarios!

Y os preguntaréis a qué viene esto, pues sencillamente porque la reseña del libro que traigo hoy va mucho sobre salvación y refugio, pues ha supuesto ambas cosas para mí.

No os voy a adelantar mucho la trama pues es tan compleja que seguro que reventaría alguna parte de ella. Es que es una historia diferente con una gran carga psicológica. Una historia que hasta que no vayas leyendo y descubriendo no sabréis muy bien si los acontecimientos son ciertos o inventados pues el autor juega con la realidad. 

La historia es contada por Elías pero habrá otros personajes como su amigo Denis o el amor de su vida, Carla.

La narración es rica y compleja. No resulta un paseo fácil por la mente de Elías, en otras palabras, en ocasiones las escenas son duras y directas, con saltos en el tiempo y ritmo lento.

La obra está bien escrita, el lenguaje es magistral, y quizá lo mejor haya sido el estilo del autor lo que me ha llevado a leerlo sin pausa. Se lee con facilidad a pesar de la carga de simbolismo y complejidad de vocabulario. Se nota el oficio del autor que conoce bien su trabajo.

El libro me ha parecido una metáfora de la vida de Elías y hasta el final no supe muy bien de qué se trataba.  A largo de la novela el autor trata varios temas como el ciclo de la vida, el tiempo y su cambio constante, la tendencia de seguir la corriente, etcétera.

Nadie debería temer a los libros, son los pensamientos los que pueden resultar peligroso.

Aunque me ha dejado buen sabor de boca, advierto que es una novela para un público exigente. Para lectores que reconocen el valor literario de una obra y huyen de las lecturas fáciles y los ‘best sellers’, porque seguramente esta novela no estará en las estanterías de los más vendidos sino un poco más escondido pero aquel que dé con él se llevará un tesoro literario.

Lectura no apta para lectores ‘relojes de arena’ que se contentan con ir pasando páginas para matar el tiempo.