Pilar de Miguel reseña en su blog «Mi Corea» el libro del escritor coreano Choi In Hun, «El hombre Gris».

 

Con El hombre gris, Choi In Hun vuelve a traer al primer plano la historia de un hombre que vive en conflicto consigo mismo. Doko Jun, un joven que abandonó Corea del Norte de niño, ahora es un estudiante universitario de literatura coreana en Corea del Sur, y sin embargo, no se siente tampoco surcoreano.

Este desarraigo ya se pudo ver en la obra La plaza, publicada tres años antes que esta que nos ocupa. Si bien La plaza era una novela corta, en El hombre gris encontraremos una reflexión más profunda de ese desarraigo y el sentimiento de no encontrar su lugar.

A través de reflexiones internas y de monólogos de terceros personajes, asistimos ante una conexión del arte, la religión o la literatura en la Corea de finales de los años 50 con la política del país después de la guerra que dividiría al país en dos. Todo está hilado para que el personaje principal acabe volviendo una y otra vez a su pasado en Corea del Norte cuando era niño.

Esa niñez feliz y despreocupada en la que se centraba en leer libros que eran considerados para adultos o ese acontecimiento que él recordará como feliz, a pesar del terror que causó en su pueblo natal, le harán descubrir por un lado, la literatura ligada al pensamiento burgués que buscaba erradicar el Norte y por otro, a un despertar sexual que intentará controlar toda su vida.

Choi In Hun es un autor que se caracteriza por centrarse en la política y las ideologías del momento, teniendo en cuenta que sus novelas fueron escritas pocos años después de que se firmara el armisticio que detendría la guerra y dividiría al país, no es de extrañar que sus personajes se encuentren continuamente reflexionando sobre si la vida en el Norte o en el Sur es mejor. Con esto, se puede llegar a entender que el autor no quiere posicionarse en ningún país, sino demostrar que ni todo es blanco ni todo es negro, y que ambos países tienen sus cosas buenas o malas.

La política, corrupta desde el principio pero disfrazada de democracia, es el tema principal de las reflexiones que ocupa al protagonista. Y a ella volverá siempre aunque sus pensamientos comiencen a divagar sobre el arte moderno, la literatura o su vida como estudiante.

Más que una novela pura, en El hombre gris estamos ante una recopilación de ensayos sobre la situación del país, pero puestas en boca de Doko Jun, Kim Hak, el amigo del protagonista o del señor Hwang, un erudito que enseña a Hak sobre Japón, los pensamientos se tornan más personales y profundos, haciendo que intentemos comprender lo que pasa por la mente de estos hombres jóvenes y no tan jóvenes.

Si en La plaza solamente llegaba a insinuar ciertos temas, en esta obra, Choi In Hun puede dar rienda suelta a todas las preocupaciones de una generación perdida y desarraigada. No obstante, se considera que es una secuela en la que ha podido tratar con más tranquilidad los temas que le preocupan y planteaba primero en 1960. Gente del Norte en el Sur que no encuentran su sitio en la sociedad porque han vivido en ambos países y saben que en ninguna parte es perfecto, pero a la vez, no pueden hacer demasiado por cambiar la situación, sino simplemente dejarse llevar y acomodarse en la nueva vida que tienen.

La lectura de este libro no es fácil, hay que ponerse en la mentalidad de un país lejano, devastado por la guerra y que durante años ha estado buscando su propia identidad sin dejarse avasallar por occidente, pero al final de la misma, dejando reposar a Doko Jun y sus palabras, podemos entender mejor la historia de Corea del Sur y el país en el que se ha transformado para llegar a ser lo que es hoy en día.

El hombre gris es una novela para degustar lentamente y volver a ella cada cierto tiempo, o al menos, a algunos de sus ensayos, y compararlos con la actualidad, para darse cuenta que realmente, la situación en el fondo no es tan diferente y podemos seguir encontrando gente desarraigada, sin aspiraciones o con conflictos de identidad. Escrita en 1963, en un país lejano para Europa, no estamos ante una novela desactualizada, sino que no ha perdido un ápice de realidad y muchos de los temas que son tratados, podrían estar vigentes sin ningún probema a día de hoy.

Choi In Hun no se dio cuenta en su momento, pero escribió una parte de la historia mundial que no solo afecta al país asiático, sino que mucha gente podrá verse reflejada, pues al final, ese vacío existencial del protagonista, que en su caso viene dado por una separación del país, puede darse a día de hoy en un mundo cada vez más deshumanizado, pero que a su vez, lucha contra esto.

El individuo vs la sociedad.

Pilar de Miguel

La reseña original:

https://micorea.wordpress.com/2017/05/15/668/#more-668

 

El libro:

 

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