Editorial Mecenas

156 páginas

Fiel a su ADN etimológico, Mecenas pretende salvaguardar y expandir los legados visibles e invisibles, protegiéndolos y estimulándolos con la difusión oportuna de su esencia. Su equipo trabaja con empeño para que en este y todos sus números futuros, encuentre el lector un espacio de pensamiento y recreo, un territorio de complicidad y debate que privilegie la búsqueda del sentido vital a través de la palabra como punto de encuentro y diálogo indispensable ante la incertidumbre de los nuevos tiempos. Su vocación abarca una diversidad que engloba en un mismo espectro, poesía, noticias y efemérides literarias, narrativa, ensayo, crítica, y reseñas entre otras variedades, combinando la sal del pensamiento con los néctares de lo divertido y lo curioso.
Ilustran este cuarto número, tanto en portada como en interiores, grandes obras del arte pictórico universal, relacionadas con el advenimiento de la primavera, ese festival de polen, pájaros y flores.
Mecenas llega con ese afán benefactor que busca, sobre todo, visibilizar el talento literario y justipreciar su valía.