Rosa Isabel Barboza. Niña, hija, esposa, mamá e incluso abuela; siempre bien portada. La tremenda inquietud y la inconmensurable curiosidad que han viajado a mi lado, además de la poca vergüenza para preguntar, han sido el aderezo que me han acompañado. Química industrial primero, algo de Nutriología, idiomas, además de mucho interés en la física cuántica y en la búsqueda de la felicidad, han matizado y enredado mi camino. La vida decidió sin preguntar y tuve que aceptar sus imposiciones…, hasta que descifré un sueño recurrente donde convivía con las letras. Cada vez que tus ojos recorran con suavidad los renglones ondulantes de estas treinta y tres historias, tu mente saldrá de la somnolencia, suspendiendo su continuo acoso… Los sentimientos empezarán a viajar por tus venas, forzándote a continuar leyendo y sintiendo cómo La Brisa de los Deseos va dejando un bonito sabor en tu corazón.
