Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla, 1836 – Madrid, 1870). Su padre fue un célebre pintor del costumbrismo español, de quien quedó huérfano a los cinco años. A los nueve años fue huérfano también de madre. A la edad de diecisiete abandonó la casa de su madrina y renunció a la posición que esta le proporcionaba para viajar a Madrid en busca de fortuna literaria. Al principio tuvo que desempeñar oficios penosos, pero luego encontró una plaza en la redacción de El Contemporáneo y fue entonces cuando escribió la mayoría de sus leyendas y las Cartas desde mi celda.

En 1862 llegó a vivir con su hermano Valeriano, célebre en Sevilla por su producción pictórica. Juntos vivieron al día, uno traduciendo novelas o escribiendo artículos; y el otro dibujando y pintando Sin embargo, la estabilidad de los hermanos duró poco, en septiembre de 1870 falleció Valeriano y Gustavo enfermó gravemente, hasta morir también el 22 de diciembre de ese mismo año.

Autor romántico por excelencia, Gustavo Adolfo Bécquer dejó sus rimas y sus leyendas, que en ediciones póstumas le ganaron fama internacional.