Pablo de la Torriente Brau (San Juan de Puerto Rico, 12 de diciembre de 1901 – Majadahonda (Madrid), 19 de diciembre de 1936). Escritor y uno de los más destacados representantes del periodismo cubano del siglo XX. Durante su más temprana edad viaja con sus padres a España, luego a Cuba y a su tierra natal, Puerto Rico, hasta que su familia se radica definitivamente en Cuba.\nA la edad de nueve años escribió su primer artículo, para el periódico El Ateneísta. Cuatro años después ingresó en el Instituto de Segunda Enseñanza de Santiago de Cuba. Terminó el bachillerato en La Habana, donde la familia estableció nueva residencia. En enero de 1920 viaja en calidad de delineante a Sabanazo, Oriente, donde se proyectaba construir un ingenio azucarero. Allí conoce a Teté Casuso, que contaba entoces siete años de edad, la que será su esposa años después. Por esa época publicó artículos en la revista Nuevo Mundo, de la que fue igualmente redactor, repartidor y agente de suscripciones. Posteriormente trabajó en la Comisión de Adeudos de la Secretaría de Sanidad, hasta que pasó a trabajar de secretario en el bufete de Fernando Ortiz Fernández. El 28 de febrero de 1930 se publicó su primer libro de cuentos, Batey. El 30 de septiembre participa en la manifestación que se organizó contra los crímenes y atropellos del gobierno del dictador Gerardo Machado. En la refriega de los estudiantes con la policía durante esa jornada, el dirigente estudiantil Rafael Trejo González caía herido de muerte, mientras que Pablo resultó herido en la cabeza. El 3 de enero de 1931 es puesto preso en la cárcel habanera del Castillo del Príncipe. Al salir escribe la serie de artículos “105 días preso”, publicada en el periódico El Mundo. Poco tiempo después vuelve a ser detenido y esta vez trasladado y confinado en el llamado presidio Modelo de Isla de Pinos. De las experiencias vividas allí surge la serie de trece artículos La isla de los 500 asesinatos, que publica en el periódico Ahora, y le sirve de base con posterioridad para escribir su libro Presidio Modelo, que dedicó al gran amor de su vida. En mayo de 1933 es trasladado a la cárcel de La Habana y puesto en libertad. Sale para el exilio junto a su esposa Teté Casuso a bordo del vapor español Cristóbal Colón, que los deja en Nueva York. A su regreso a Cuba publica Tierra o Sangre, una serie de reportajes en la que denuncia los abusos que se cometen contra el campesinado cubano. Colabora sobre temas diversos, de preferencia deportivos y sociales, en las publicaciones El Mundo, Bohemia, Social, Carteles, Alma Mater, Línea y Orbe. La caída de tirano no ha significado un cambio para la vida del país: la lucha continúa. Es 1935, se convoca una huelga general, pero esta fracasa y tiene que partir una vez más al exilio. Su destino nuevamente es Nueva York. Siguen siendo el centro de su vida escribir y luchar por un mejor destino para Cuba. Desde Estados Unidos colaboró en Bohemia y carteles, con el seudónimo de Carlos Rojas. El 18 de julio de 1936 estalla la Guerra Civil Española y cree su deber marchar al frente como corresponsal. El 28 de agosto logra embarcar en el buque Ile de France y viaja como corresponsal de las revistas New Masses (Nueva York) y El Machete (México). Pasa por Bruselas donde asiste al Congreso Por la Paz. A su llegada a España comienza en Barcelona y luego en Madrid a recoger testimonios y escribir crónicas memorables. El 17 de diciembre recibe la orden de marchar hacia Majadahonda, el 19 cae muerto de un disparo en el pecho.