Confucio, conocido como Kung el Sabio (Kung-Fu-Tsu)  fue maestro y viajó continuamente para instruir a sus discípulos. Ganó fama rápidamente de hombre sabio y su pensamiento fue introducido en Europa por el jesuíta Matteo Ricci, que fue el primero en latinizar el nombre como “Confucio”. Lejos de la mística y las creencias religiosas, la enseñanza de Confucio se propone como una filosofía práctica, como un sistema de pensamiento orientado hacia la vida y destinado al perfeccionamiento de uno mismo. El objetivo no es la salvación, sino la sabiduría y el auto-conocimiento. Enseñó a sus alumnos los clásicos antiguos de la literatura china. El Lunyu (Analectas) es considerada la fuente de información más fidedigna sobre su vida y enseñanzas.